El estilo vintage cuenta con una esencia muy particular, y se ha vuelto uno de los preferidos en ciertos ámbitos dentro del
diseño del packaging. Si bien no resulta adecuado para la presentación de cualquier tipo de producto, sí es muy recomendado para ciertos rubros y definitivamente vale la pena que conozcamos un poco más sobre el.
En el articulo de hoy haremos un pequeño repaso sobre las características básicas que no pueden faltar en un packaging con tendencias y estilo vintage, además de revisar algunas opciones, ideas y alternativas para presentar productos de esta manera. ¡A tomar nota!
Lo que no puede faltar en el vintage
Cuando se habla del estilo vintage es muy frecuente que nos remontemos mentalmente a la época de los años 50-60, y esto no es en absoluto casual: se trata de un estilo que
trata de evocar lo antiguo, lo clásico y sobre todo lo retro en sus creaciones y en su estética. De alguna manera, el vintage suele invitar a reciclar y a producir ese sentimiento nostálgico trayendo lo antiguo para presentarlo en la actualidad. Veamos algunas características imprescindibles de este estilo:
- Los colores. Los tonos que se utilizan son fundamentales para definir si se trata o no de un estilo vintage. Colores como el blanco en sus diferentes matices, pasteles, tonos vividos o incluso el negro son excelentes maneras de plasmar toda la esencia del vintage sobre todo en el packaging, combinándolos con otros detalles.
- Pequeños detalles. Otra cuestión que ayuda mucho a marcar la estética del vintage tiene que ver con los detalles como el encaje o el bordado. Los materiales en este caso juegan un papel fundamental.
- Estampados vintage. Finalmente, el estampado es otra de las herramientas que se usan cuando se busca generar una estética vintage, aunque por supuesto los motivos y patrones que escojamos serán los que se lleven todo el protagonismo.
Opciones en este tipo de diseño de los envases
El packaging o el diseño de todo lo relacionado con el envase de los productos es fundamental cuando se quiere lograr una buena primera impresión, y en torno a ello hay mucho más que una simple forma. Se puede llegar al posible comprador utilizando colores, formas y diseños que le hagan fijarse y quedarse con tu producto más que con otros.
El vintage dentro del mundo del packaging se ha vuelto muy popular últimamente, y se pueden conseguir envoltorios muy originales y atractivos usando un poco de creatividad y respetando las características del estilo que mencionamos anteriormente en el articulo. Si lo que queremos es hacer un poco de reciclaje, el papel de diario viejo y en blanco y negro puede ser una gran alternativa para preparar envoltorios, pudiendo combinarlos con algunos detalles de encaje blanco para dar el toque final.
Por otro lado, el
papel madera o kraft en su color natural es otra alternativa que va muy bien con el vintage y puede combinarse con elementos como moños en tonos monocromáticos o utilizar telas bordadas o con encajes para darle algunos toques al envoltorio. Si bien cuenta con una impronta muy especial, lograr un packaging de esencia vintage no es complicado en absoluto.
