Inteligencia emocional para ser un buen líder

Cuando de emprender se trata existen ciertas cosas que son determinantes para tener éxito y lograr un buen ambiente de trabajo: entre ellas se encuentra la importancia de ser un buen líder para nuestro equipo, que no es lo mismo que ser un buen jefe, ya que estas dos figuras presentan ciertas diferencias que comentaremos más adelante. En el artículo de hoy tenemos algunos tips de inteligencia emocional para todos aquellos que quieran gestionar su emprendimiento de la mejor manera posible empleando un liderazgo saludable y bien encaminado. ¡No olvides tomar nota!

¿Es lo mismo ser jefe que ser líder?

Como les comentamos al comenzar el artículo, es bastante frecuente que en el ámbito empresarial las personas confundan ser jefe con ser líder. Si bien ambos términos se utilizan para definir a quien encabeza un determinado grupo de trabajo, se trata de dos tipos de personas que encaran el manejo de la autoridad de maneras distintas. El jefe tiende a imponer lo que el grupo debe hacer y por lo general se agarra del miedo para ello mientras que el líder suele inspirar confianza y convence a sus subordinados de realizar determinadas tareas generando otro tipo de emociones mucho más agradables en el equipo.

Tips de inteligencia emocional para líderes

Ser un buen líder puede marcar la diferencia entre un emprendimiento exitoso y uno que va dirigido al fracaso. Por lo general los equipos que trabajan bajo la presión de un jefe autoritario suelen tener un rendimiento considerablemente inferior, lo que resulta perjudicial para cualquier empresa. Si quieres ser un buen líder, toma nota de las siguientes recomendaciones:

Empezar por conocerse a uno mismo

La autoconciencia es fundamental para poder manejar un equipo humano de trabajo de manera eficiente. No solo consiste en conocernos a fondo a nosotros mismos sino saber cuáles son nuestras metas, objetivos y por sobre todas las cosas nuestros valores. Tener en claro esto nos permitirá conectar con el grupo laboral que tenemos a cargo de una forma mucho más humana, eficiente y genuina.

Saber aplicar la motivación

Ser una persona motivada es un rasgo muy positivo para quien ejerce un liderazgo. Por lo general esto suele venir aparejado con la pasión y el amor por el trabajo mismo, por lo que la creatividad se encuentra siempre activa y la búsqueda de nuevos desafíos no para. Esta energía motivacional no solo es beneficiosa para uno mismo sino que también se trasmite y contagia a los demás, por lo que un líder con esta aptitud será simplemente arrollador.

La empatía como pilar

Nada más fundamental para un líder que tener empatía: saber ponerse en el lugar del otro, comprender las situaciones y poder observar el mundo desde la perspectiva de los distintos miembros del grupo de trabajo definitivamente resulta una herramienta util para un liderazgo saludable y exitoso.