En la actualidad ya no existen personas que pongan en duda la importancia de un buen packaging a la hora de comerciar un determinado producto: la presentación de lo que se vende forma parte de la percepción que los clientes o interesados van a tener sobre lo que se encuentra dentro del paquete, por lo que se trata de un aspecto que debe cuidarse y mucho. En el artículo de hoy te contamos qué es el packaging y cómo debería ser un empaquetado perfecto para una excelente presentación de tu producto.
¿Qué es el packaging?
El packaging es, por definición, la carta de presentación que tiene nuestro producto ante potenciales compradores. Es algo así como la cara visible y el encargado de generar una buena primera impresión. En otras palabras, el packaging es el envoltorio de lo que deseamos vender y su principal objetivo es marcar la diferencia con sus competidores.
La función primordial del packaging tiene que ver con la promoción visible del producto: en definitiva, se trata de un factor imprescindible a la hora de que el cliente se defina por un elemento o por otro y tener un packaging llamativo que represente bien lo que queremos vender es trascendental.
Recomendaciones para lograr un buen packaging
¿Existe alguna receta mágica para obtener un buen packaging? Definitivamente no, pero si ves que a tu presentación le faltan algunos de estos puntos deberías plantearte la posibilidad de cambiar el packaging para hacerlo más atractivo. Veamos cuáles son los puntos básicos para un buen envoltorio:
Funcionalidad. Los dos puntos clave al momento de diseñar un packaging son la funcionalidad del mismo y la forma. El envoltorio del producto debe mantenerlo intacto y seguro, por lo que si el tuyo no está cumpliendo bien esta función es momento de modificarlo y pensar uno nuevo.
La coherencia. Debe existir una armonía entre los colores elegidos, el tipo de público objetivo y de producto que estamos vendiendo, y la forma del diseño. Dependiendo de lo que vendamos elegiremos una forma u otra y trataremos de que el packaging represente a simple vista la imagen que queremos dar.
No tengas miedo. Animate a usar la creatividad: nada peor para el diseño de packaging que quedarse en lo habitual y tener miedo a innovar. Utiliza la imaginación y trata de elaborar un envoltorio novedoso que llame la atención, la idea es captar la mirada de los potenciales clientes de forma rápida y efectiva.
Evitar la sobrecarga. El diseño de packaging debe ser limpio. Con esto nos referimos a que es importante que obviemos crear envoltorios demasiado cargados de información, en el conjunto de datos puede que se pierdan los más importantes. Elige lo fundamental y destácalo sin sobrecargar el diseño para que quede limpio y llamativo.
Que pueda cambiar. Tu packaging debe tener la capacidad de evolucionar y adaptarse a cualquier cosa que venga más adelante. Lo fundamental es que nos adecuemos siempre a los deseos de los potenciales clientes, por lo que debemos permanecer abiertos a la posibilidad de tener que ir modificando el packaging acorde a lo que deseen los usuarios.