Cinta de Carrocero: de dónde procede y porqué tiene ese nombre

La cinta adhesiva o cinta de carrocero es uno de los complementos más empleados para realizar manualidades y pequeños arreglos en el hogar. También se usa mucho para envolver regalos, donde habitualmente se ha utilizado para cerrar los extremos del papel que rodea al objeto que queremos entregar a alguien. De manera que no se desprende ninguno de los cabos y el paquete queda perfectamente sellado.

Sin embargo, actualmente contamos con una gran cantidad de cintas adhesivas decoradas que también pueden servirnos para realizar objetos decorativos o para cerrar las bolsas de papel con las que entregamos nuestros regalos. Una manera más sencilla, práctica y medioambientalmente responsable de presentar un regalo.

Cinta de Carrocero: De dónde procede y uso a través de la historia

La cinta adhesiva comenzó a utilizarse en los años treinta del siglo XX, cuando comenzó a extenderse el uso de productos derivados del petróleo como el celofán, que permitía ver los productos sin necesidad de tocarlos al tiempo que se les protegía del entorno en el que se encontraba sin que se contaminasen, ensuciaran o fueran atacados por moscas y mosquitos.

La cinta adhesiva surge como necesidad derivada de este empleo del celofán. Pues como no se cerraba por los lados, quedaba mal sellado y era necesario recurrir a cuerdas o elementos similares para cerrarlos por ese lado. Y es precisamente en este momento cuando la empresa norteamericana 3M (Minnesota Mining and Manufacturing) comienza a idear un producto para solventarlo.

En este lugar trabajaba un joven operario denominado Dick Richard G. Drew, que se ocupaba de ayudante de laboratorio y cuyo objetivo principal era idear un producto que permitiera a los fabricantes de coches poder pintarlos de manera cómoda y eficiente. Y es que en este tiempo, la moda era llevar los coches de dos colores y, claro, la línea que los separaba era bastante imprecisa y necesitaban una herramienta que les ayudara a separarlos adecuadamente. Y este fue el primer uso que tuvo la cinta adhesiva.

Posteriormente y atendiendo al momento histórico en el que nos encontrásemos, la cinta adhesiva ha sido empleada para numerosas actividades distintas. Así, por ejemplo, en un inicio fue muy empleaba en bibliotecas y bancos para arreglar libros y billetes, respectivamente.

Posteriormente, durante los años de la Gran Depresión, las personas comenzaron a utilizarla para hacer pequeños arreglos en el hogar, de manera que se pudiera prolongar la vida útil de los productos a los que se les rompía alguna pieza.

Cuando los fabricantes comprobaron que la gente la empleaba para otras cosas como fijar carteles, hacer manualidades o unir varios folios a modo de encuadernación, comenzó la fabricación masiva de la cinta adhesiva y se popularizó su uso.

Durante la Segunda Guerra Mundial el uso de esta cinta fue, fundamentalmente militar. Y es que se empleaba para etiquetar los suministros que se dirigían al frente, con el nombre de cada uno de los soldados.

Hoy día, el uso de la cinta adhesiva está generalizado y sigue empleándose para numerosas cosas, habiendo además evolucionado y adquirido nuevas utilidades en otros sectores. Incluso sirvió como inspiración para crear la cinta de casete y la de vídeo, cuyo sistema de recogida de la cinta es similar al de la cinta adhesiva.

Además, hoy día la podemos encontrar con aspectos muy diferentes: opacas, transparentes, amarillentas, decoradas con motivos muy diferentes, etc. De manera que la cinta adhesiva se ha especializado para cada uso y ofrece soluciones para cada uno de ellos.

En Bolsas de papel contamos con una gran cantidad de cintas adhesivas con las que podemos realizar cualquier actividad que deseemos. Cintas adhesivas que pondrán una nota de color o distinción a nuestro regalo. De ahí que te recomendemos emplearlas para cualquier actividad que realices en el hogar.